Malasia, paseando por un país musulmán.

 De la capital a la jungla.

Mis experiencias con el Islam, la religión, la espiritualidad y la fe. En la primera etapa del viaje paseando por un pais musulmán. Lo que piensa tu nieto sobre lo que habrá después de la vida, que sé que es un tema que te preocupa y ocupa una parte de tus pensamientos. Lo mejor está al final, lo tienes que leer todo. Prometo intentar ser menos profundo en los próximos post. Lo he visto necesario.

(Lo que veas escrito así: «todxs». Es para referirme al femenino y masculino a la vez.)

Dejamos Kuala Lumpur, vamos hacia la jungla más antigua del planeta. Salimos del hostel y un Pakistaní encantador viene corriendo detrás de nosotros porqué se nos habían olvidado unas gafas.

Me advirtieron que cuidado con la malaria, el dengue y otras mil enfermedades más. Pero aquí el verdadero peligro es a la velocidad a la circula el minibus éste sin cinturones. Hemos llegado sanos y a salvo.

Paramos para coger una barquilla y surcar el río hasta el corazón de la jungla. Nos dejan un rato para comer, antes de subir a la típica barca de madera cubierta con un toldo, que se mueve con un motorcillo a pocos km por hora.

Coincidimos con una mujer increíble. Musulmana vestida con su pañuelo (el Hijab). No el que tapa toda la cara (esos son: el Burqa y el Niqab), y a punto de la hora de sus rezos mirando a la Mecca. Es marroquí trabajaba de ingeniera con un buen puesto y sueldo.  Digo trabajaba porque lo había dejado. Quería convertirse en profesora. Pero antes se estaba haciendo un viaje por Asia en solitario. Un ejemplo de mujer dado el papel que esta tiene dentro del Islam.

Conversamos sobre el Islam. Había leido un poco sobre esta religión antes, sabiendo que venía a un país principalmente musulmán. Y me quede impresionado con las similitudes que tiene, con la que aunque no profeso, respeto muchísimo, ya que he sido criado en ella y conozco gente a la que quiero que es devota, el cristianismo.

El Islam, el Judaísmo y el Cristianismo  son religiones abrahamicas que vienen del mismo lugar, el oriente medio. Abraham para los cristianos y judíos es Ibrahien para los musulmanes. Jesús y la Virgen Maria son profetas del Islam, que se conocen como Isa y Maryam. Aparecen en el Corán (su Biblia), y son idolatrados como Mahoma. Aparte Allah, revela el Corán a Mahoma a través del Arcangel Gabriel. Las tres predican la justicia, el respeto y el amor al prójimo. Hay muchas similitudes más, por solo citar algunas. No sé porqué se empeñan sólo en enseñar las diferencias. Parece una competición para ganar adeptos cuando el mensaje es el mismo. Lo lógico sería que cada uno creyese en lo que le plazca respetando y aprendiendo para no ofender las creencias de otrxs.

He de decir primero que para mí la religión, es la institucionalización de la espiritualidad. Y la espiritualidad es un concepto abstracto por el que el «ser» trata de ser humano, mejorar y desarrollarse para la convivencia consigo mismo y con los que le rodean.

Creo en Jesús, Buda, Mahoma, la naturaleza (animismo) etc, o lo que es lo mismo la pureza del mensaje que trasmite la espiritualidad de una religión. Los valores para la convivencia entre seres humanos y con la tierra son preciosos y necesarios. Sólo que creo que a veces esa pureza, tocada por los hombres no iluminados, se convierte en una buena manera de controlar a la masa. Sin quitarle verdad a la esencia del mensaje.

No se puede generalizar en contra de nada, porque hay gente dentro de cada institución que hacen cosas increíbles y desinteresadas por otros seres humanos bajo el amparo de una fe que por supuesto puede mover montañas.

Hay aspectos del islam como el papel de la mujer que no me gustan tanto.  Volvemos a lo mismo el Corán no especifica la sumisión de la mujer o el uso del burqa, que posiblemente hayan sido las interpretaciones de las diferentes instituciones basadas en sociedades patriarcales (dominadas por el hombre). Esto está ratificado por muchos teólogxs de la comunidad islámica.

Tampoco dice nada sobre matar por la fe, de hecho es haram (prohibido) el dañarse a uno mismo y a otros, lo contrario de halah que es lo permitido por las leyes (es mucho más pero un ejemplo: no comen pollo si no ha muerto con el mínimo sufrimiento y eliminando toda la sangre, la manera halah). En Londres y muchas otras ciudades multiculturales, venden el pollo así y no varía en sabor ni calidad, en todo caso al contrario.

El Islam es una creencia basada en la paz, y la lucha de la que se habla es interior para mejorar como persona, me explicaba ésta mujer.
Ella lleva pañuelo porque quiere y me dice que el maquillaje y las modas de occidente también son un tipo de esclavitud. Lo cuál tiene algo de sentido. Además, referentes femeninos como ella, pondrán en mejor lugar el papel de la mujer y cambiarán la experiencia en el resto. Tampoco en occidente la mujer tendría muchos privilegios o estaba muy bien posicionada hasta hace 60 años. Y aún estamos en el camino. El tiempo, comprensión y mujeres como Bushra serán el ejemplo pacífico para el cambio.

El otro día, en una isla del norte de Malasia, antigua colonia británica y famosa por su arte callejero. Después de un trekking corto hasta una playa preciosa, dónde nos cruzamos con lagartos casi del tamaño de un cocodrilo. Entraba en una mezquita y le pregunte a un musulmán que si me enseñaba a rezar, se le iluminó la cara de alegria. Encuentro paz en una mezquita, en una iglesia, como en un templo budista, cuando la energía de tanta gente independientemente de mis creencias está puesta en ese lugar.
Aún sabiendo que no me iba a convertir ni mucho menos, el tipo vino y me regalo un Corán en inglés y árabe para que aprendiera un poco más, el cual he estado leyendo por curiosidad. En mi lectura superficial, ciertas apreciaciones entendí diferentes, pero el árabe es una lengua muy complicada para traducir, y cada editorial dependerá su interpretación del contexto socio cultural en el que se encuentren sus gentes, o sus gentes se encontrarán en el contexto que esas editoriales o intérpretes deseen.

Unos dias más tarde en una isla malaya paradisiaca, encontré a un chico en otro hostel, que al principio cuando le pregunte de dónde era, me dijo soy de oriente medio, un poco serio. Cuando le saqué el Corán y empecé a decir que tenía amigos muslmanes, que había hecho el ramadán un par de dias con amigos muslmanes en España y Londres, que los cristianos también hacen ayuno y que son formas de educar la  fuerza de voluntad en un mundo en el que tenemos todo cuanto queremos con inmediatez. No dejan de ser maneras de valorar más la suerte que tenemos. Al rato me dijo que era de Siria. Entendí porqué al principio prefirió callarse. Al rato apareció su compañero de aventuras, era americano. Estudiaban  juntos en la universidad aquí en Malasia. Y mira, como un chiste un sirio, un americano y un español, hablando de creencias, respetándonos y escuchando a Bob Marley de fondo.  Por qué los medios de comunicación nos intentan dividir. Extremos y extremistas hay en todas partes pero buena gente también.

Cada unx tendrá en lo que haya creído. La mente/alma humana es demasiado mágica para apagarse y ya está. De eso no tengo ninguna duda. Y es mi humilde verdad personal.

Sin duda la verdad de cada uno…es la Verdad. Sé que de aquí a muchos años, porqué como tú dices «yo estoy mu’ bien mocetón, a mí no me duele na». Estarás con tu padre, tu madre, el abuelo, felíz. Yo llegaré también algún día. Desconozco la exactitud de cómo estaremos, porqué si no está vida no tendría sentido. Pero estaremos todos juntos con Dios, Ala, Brahma, Buda o la Energía mágica que haya creado el misterioso y mágico universo en el que estamos metidos.

O no dice la ciencia que la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. Somos lo mismo que una estrella. Somos energía, que se canaliza a través de nuestros actos, positivos o negativos.

En esta vida nadie es un santx y todxs cometemos errores, más en este mundo que nos ha tocado vivir.
Pero por lo menos darnos cuenta y trabajarnos para mejorar, es un buen punto de partida. No por el cielo de después, que quizás. Pero de momento, por el resto de seres humanos con los que convivimos y por nosotrxs mismxs.